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Principio de Cooperación de Grice en la «Empanadilla de Móstoles» de Martes y Trece


Antes de proceder al análisis del incumplimiento de las máximas, he realizado una segmentación del diálogo para esclarecer la temática de cada una de las partes en las que se divide y poder referirme a ellas en el comentario posterior.

1ª parte: establecimiento de la comunicación
-Recibimos ya la primera llamada que suena espontánea en las noches de España. Va, a ver, amiga o amigo de la noche, dígame:
-¿Encarna?
-Encarna de noche para todos los amigos del mundo, dígame.
-¿Encarna?
-Sí, Encarna de noche.
-¿Oiga?
-Sí, oigo perfectamente gracias a que tengo...
-Me oiga por favor.
-Sí, la oigo perfectamente, vamos a ver amiga.
-Encarna.
-Encarna de noche para todos los amigos de España, dígame.
-¿Encarna?
-Vamos a ver, amiga sorda de la noche, vamos a ver, directamente al pueblo, Encarna de noche, pregúntaselo a Encarna.
-Por favor, me ponga con Encarna de noche.
-Encarna de noche directamente puesta, vamos a ver.
-¿Encarna?
-¡¡¡Síiiii!!!
-Oye.
-Sí.
-¿Encarna?
-Encarna de noche, vamos a ver, amiga.
-Mira bonita, es que te siento muy lejos, eh.
-Pues bueno, siéntate un poquito más cerca y verás como nos entendemos a la perfección, venga, vamos a ver.

2ª parte: presentación de la radioyente
-Oye, mira, te llamo de aquí, de Algete.
-Vaya, por fin se ha normalizado la comunicación gracias a la colaboración de nuestros colaboradores.
-Oye, ¿Encarna?
-¡¡¡Síiii!!!
-Que digo, que te llamo de aquí, de Algete.
-Ya te he oído, Algete, bonitos pueblos de la geografía de España.
-¿Cómo dices?
-Bonitos pueblos de la geografía de España.
-¿Cómo?
-Que es muy bonito el pueblo, leche.
-Oye, Encarna, te llamaba para felicitarte por el programa que nos gusta mucho, y tienes un programa fabuloso y extraordinario, bonita.
-Bueno, ¿y a ti que te importa como tengo el programa?

3ª parte: explicación «ordenada» de los motivos de la llamada de la radioyente
-Oye, Encarna de noche.
-¿Sí?
-Mira, que te llamo, porque resulta que estaba yo friendo unas empanadillas, sabes, porque resulta que tengo yo a dos chicos aquí haciendo la mili en Móstoles, y digo, voy a llamar a Encarna ahora no sea que luego sea muy tarde y se me quemen las empanadillas y me quede yo sin escuchar el programa que me gusta mucho, ¿sabes? Y como yo me estaba en ese momento terminando de aviar no sea, es que tengo yo dos chicos haciendo la mili en Móstoles.
-En Móstoles.
-Y como, y digo, voy a llamar a Encarna ahora no sea que luego me se quemen las empanadillas y me quede yo sin sentir el programa que me gusta mucho a mí. Y ha sido la cosa mía de llamarte. Es que como tengo dos chicos haciendo la mili aquí en Móstoles, pues digo voy… ¿Oye? Encarna.
-¡¡¡Síiiiii!!!, Encarna de noche.

4ª parte: monólogo de la radioyente carente de sentido
-Oye, que digo, que digo, que como tengo dos empanadillas haciendo la mili en Móstoles, pues digo, voy a freír a los chicos no sea que luego me se quemen y me quede sin escuchar a Encarna de Móstoles, ¿sabes? Es que tengo dos empanadillas haciendo la mili con, con Encarna, y como en ese momento estaba yo friendo a los chicos digo, no sea que se me queme Móstoles. Que tengo yo dos chicos haciendo las encanadillas con Mili. Como tengo, como tengo, como tengo, como tengo dos Encarnas haciendo la mili conmigo pues digo, no sea que me queme, y luego no me pueda freír, y esa ha sido la cosa mía de freírme, porque digo voy a llamar a Empanadilla no sea que se me quemen los chicos, es que tengo dos milis haciendo las empanadillas con Encarna, ¿sabes, Móstoles? Y digo, no sea que se me quemen las Encarnas que tengo dos Encarnas friéndose, y digo llamo a los chicos, me frío y luego me quemo, sabes, es que yo hago la mili en Móstoles, que me gusta mucho, y luego escucho empanadilla de noche, y digo voy a freírme ahora no sea que luego me queme, así ya luego llevaré a los chicos a hacer encanadillas, ¿sabes, Móstoles? Así me frío y ya luego quemo Móstoles, que si quemo Móstoles no veas.

Grice propuso una serie de máximas (pautas intuitivas, no prescripciones) que conforman lo que él denominó principio de cooperación. En el texto propuesto, estas máximas no se satisfacen del siguiente modo:
§  Máxima de cantidad: se refiere a que la contribución de los hablantes sea todo lo informativa que se requiera y no más de lo necesario. Esta máxima se viola en todas las partes del texto de esta forma:
o   Primera parte: en una conversación que cumpliera con esta máxima, el establecimiento del contacto entre la radioyente y la presentadora se habría culminado con un par de mensajes. En cambio, en este caso, el establecimiento de la comunicación se alarga desmesuradamente, probablemente debido a diversos motivos: quizás exista un problema técnico en la línea telefónica (pero este es un recurso que ya explota Martes y Trece en el siguiente gag: https://www.youtube.com/watch?v=2j1N6Wxe0C0) o bien la radioyente tenga problemas auditivos. También el hecho de que la radioyente llama a la radio para ser escuchada y no para escuchar interfiere en el establecimiento exitoso de la comunicación. Podríamos hablar, por tanto, de una supresión abierta de esta máxima, ya que la radioyente claramente se niega a colaborar prestando atención a lo que le dice la presentadora.
o   Segunda parte: la máxima de cantidad se incumple porque la radioyente aporta información sobre su procedencia, la cual no es necesaria. Asimismo, la comunicación sigue sin ser fluida y el diálogo resulta, de nuevo, repetitivo.
o   Tercera parte: la radioyente aporta información innecesaria y lo hace, además, de manera repetitiva. Exceden la cantidad de formación requerida los siguientes datos: que está friendo empanadillas, que tiene a dos chicos haciendo la mili en Móstoles y que se está terminando de aviar. Estos datos los repite en varias ocasiones y, de nuevo, la radioyente se muestra poco o nada colaboradora con su interlocutora, ya que no le permite intervenir.
o   Cuarta parte: esta última parte contiene el clímax del gag humorístico pues, a la cantidad ingente de datos irrelevantes que aporta la radioyente se añade el hecho de que ahora se presentan desordenados (lo veremos cuando hablemos de la máxima de manera).
La máxima de cantidad hace reír al espectador porque la repetición de información conocida provoca la impaciencia y la desesperación de Encarna, personaje interpretado por Millán Salcedo en el que van apariendo tics faciales (en ojos y boca) conforme el gag se va acercando a su punto culminante.

§  Máxima de veracidad o cualidad: se refiere a que la contribución de los hablantes debe ser verdadera. En las tres primeras partes no hay pruebas que determinen que los datos que la radioyente aporta sean falsos. Por lo tanto, el espectador da credibilidad al hecho de que su pueblo natal sea Algete, a que sea admiradora del programa, a que esté friendo empanadillas o a que sus hijos hagan la mili en Móstoles. La violación de esta máxima se produce en la cuarta parte, cuando la radioyente produce una violación encubierta de esta máxima, es decir, es responsable de inducir a error a su interlocutora. Esto se produce porque aporta datos falsos, que sabemos que lo son no porque tengamos constatación de ello sino porque suponen casos absurdos e irrealizables, como que las empanadillas o la radioyente hagan la mili, que los chicos, Encarna o ella misma se puedan freír o que la presentadora se llame Empanadilla y el programa Empanadilla de noche en lugar de Encarna y Encarna de noche respectivamente. No obstante, más que como un engaño intencionado por parte de la radioyente, el espectador percibe este monólogo como una violación de la máxima de manera, como veremos más adelante.

§  Máxima de relación o relevancia: se refiere a que las intervenciones de los hablantes se relacionen con aquello de lo que se está conversando. La insatisfacción de esta máxima se percibe, sobre todo, en las partes tres y cuatro. Es en ellas donde la radioyente habla de lo que está haciendo en ese momento en su casa (entendemos que está en su casa porque este gag se rodó en 1986, cuando aún no usábamos teléfonos móviles, y porque la radioyente está friendo empanadillas, lo cual nos lleva a pensar que lo está haciendo en la cocina de su domicilio). La información de sus circunstancias personales no es relevantes en la conversación. El programa en el que se basa el gag humorístico de Martes y Trece, Encarna de noche, existió en realidad y se emitió entre 1978 y 1984. A él solían llamar personas que trabajaban de noche, como camioneros, taxistas o panaderos (a ellos se refiere Millán Salcedo al comienzo del gag humorístico). Por ello, resulta cuanto menos chocante que una señora, ama de casa, llame de madrugada para contar que sus hijos hacen la mili en Móstoles y que está friendo empanadillas. Es irrelevante, por tanto, no solo la información que aporta esta radioyente sino también su intervención misma, ya que el programa está orientado a la recepción de otro tipo de llamadas, de un perfil distinto del suyo.

§  Máxima de manera: se refiere a la claridad y al orden con los que el hablante debe decir las cosas. Desde el principio, la radioyente construye un discurso desordenado, incoherente y desestructurado. Una vez que se normaliza la comunicación, la secuencia de datos que va presentando la radioyente en la segunda y la tercera parte es la siguiente: lugar de procedencia (no facilita su nombre, que habría sido lo esperable), admiración por el programa, actividad que está realizando (friendo empanadillas), actividad que realizan sus hijos y el lugar donde la hacen (la mili en Móstoles), admiración por el programa, actividad que está realizando (terminando de aviarse), actividad que realizan sus hijos y el lugar donde la hacen… Como se puede apreciar la radioyente entra en bucle y, además de no presentar más información nueva, desordena todos los datos que había dado anteriormente. En la cuarta parte mezcla conceptos incompatibles y construye enunciados absurdos (correctos gramaticalmente, pero incorrectos desde el punto de vista semántico y pragmático). Ejemplo de ello son las construcciones tengo dos empanadillas haciendo la mili en Móstoles, voy a freír a los chicos, tengo dos Encarnas haciendo la mili conmigo o tengo dos milis haciendo las empanadillas con Encarna (entre muchas otras). Esta última parte es la que concentra el mayor efecto humorístico pues combina la violación, como hemos visto, de todas las máximas: contiene más cantidad de información de la requerida, carece de veracidad, no es relevante y es desordenada y confusa.
Hemos visto que es principalmente la radioyente quien incumple las máximas del principio de cooperación de Grice. Pero este filósofo admitió que puede haber otras máximas que complementen las que él determinó como, por ejemplo, la de la cortesía. En el gag humorístico esta también se incumple, pero, esta vez, por parte de la presentadora. La radioyente en ningún momento se muestra descortés ni manifiesta intención de ofender a su interlocutora. En cambio, la presentadora muestra su impaciencia y su desesperación gritando, contestando con o ironía o incluso descalificando a la radioyente (amiga sorda de la noche).





 



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