Ir al contenido principal

Cuadros de J. L. David





 

El juramento de los Horacios
Resultado de imagen de EL JURAMENTO DE LOS HORACIOS
Recoge el instante en que mejor se ven las virtudes romanas (aunque no sabemos si el juramento existió realmente). Plantea el conflicto entre el amor familiar y el deber patriótico. Los tres Horacios juran ante las espadas que su padre presenta. Las mujeres, débiles, se arrinconan en el suelo. Se relaciona con la idea de Rousseau sobre los juramentos militares romanos, que suponían la entrega de la libertad en favor del beneficio colectivo (interés público por encima del particular).
Es un panfleto revolucionario que esconde la convicción de que la violencia traerá la solución.
Se encuentra en el Museo del Louvre.

Los líctores llevan a Bruto los cuerpos de sus hijos muertos
Resultado de imagen de los líctores llevando a bruto
Bruto (fundador de la República romana) expulsó a los reyes y ejecutó a sus propios hijos por traición a Roma. Es un tema controvertido para una exposición patrocinada por el rey. Vuelve a plantear el conflicto entre el amor familiar y el deber patriótico y tiene fuerte carácter político. Recuperar el pasado para el presente guió la actividad revolucionaria de David. Se comprometió tanto que firmó la pena de muerte de Luis XVI.
Se encuentra en el Museo del Louvre.



La muerte de Marat
Resultado de imagen de muerte de marat 

Marat era médico, periodista y diputado jacobino. Fue asesinado por C. Corday en el cuarto de baño de su apartamento con un cuchillo de cocina, por lo que fue guillotinada.
Se le encargó el cuadro a David, se pidieron honores de estado para su funeral y se instaló un monumento funerario donde había estado antes la guillotina (el propio Marat había pedido cabezas, pues los jacobinos creían que había que limpiar el paisaje político para poder empezar de cero: higiene de la revolución). El cuadro no es fiel a la realidad: no muestra el asesinato, sino un cadáver solitario, con objetos personales de Marat y otros como el cuchillo o la carta de Corday (que escribió pero no utilizó). Los cambios con respecto a lo que sucedió son que está desnudo, más joven, no pide ayuda, la bañera es rectangular... Es un claro ejemplo de cómo convertir un testimonio en un mito. Para él había diferencia entre una asesina y un "hombre legal" (que Marat estuviera relacionado con los asuntos de la guillotina no debía manchar su reputación).
Weiss escribió una obra de teatro titulada Marat/Sade en la que enfrentaba a ambos personajes: Sade como representante individualista de la Ilustración, para quien el asesinato no podía jamás ser instaurado por la ley y, si se comete, es por el mal connatural a la especie humana, no como principio altruista como reclamaban los jacobinos; Marat como representante de la Ilustración de la guillotina.
Está en los Museos Reales de Bellas Artes de Bruselas.


La coronación del emperador y la emperatriz
 Resultado de imagen de la coronacion del emperador y la emperatriz

Cuando guillotinaron a Robespierre, David fue encarcelado hasta que Napoleón llegó al poder. Para él pintó cuadros como este, alejado de sus primeros ideales. En esta obra muestra cómo Napoleón supo reglamentar la sociedad francesa por medio de la rigidez de las poses. Cada uno sabe exactamente cuál es su lugar. La acción colectiva ha dejado su lugar a un solo dominador. Aunque no es descendiente de nobles, su posición es como la de un monarca, lo que demuestra que los plebeyos también podían aspirar al poder siempre y cuando pudieran demostrar que eran "normales". La "normalidad" era, para Foucault, uno de los mejores sistemas de control del estado.
Está en el Museo del Louvre.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cinco horas con Mario: comentario de texto

Querer no sé lo que querrán, lo que sí te puedo decir es que deberían tener más respeto y un poquito más de consideración, que hasta el mismo Mario tú lo estás viendo, y de sobras sé que es muy joven, pero una vez que se tuerce, ¿puedes decirme quién le endereza? Los malos ejemplos, cariño, que no me canso de repetírtelo, y no es que vaya a decir ahora que Mario sea un caso perdido, ni mucho menos, que a su manera es cariñoso, pero no me digas cómo se pone cada vez que habla, si se le salen los ojos de las órbitas, con las "patrioterías" y los "fariseísmos", que el día que le oí defender el Estado laico casi me desmayo, Mario, palabra, que hasta ahí podíamos llegar. Desde luego, la Universidad no les prueba a estos chicos, desengáñate, les meten muchas ideas raras allí, por mucho que digáis, que mamá, que en paz descanse, ponía el dedo en la llaga, "la instrucción, en el Colegio; la educación, en casa", que a mamá, no es porque yo lo diga, no se le iba una...

Un hombre pasa con un pan al hombro, César Vallejo

" Un hombre pasa con un pan al hombro ¿Voy a escribir, después, sobre mi doble? Otro se sienta, ráscase, extrae un piojo de su axila, mátalo ¿Con qué valor hablar del psicoanálisis? Otro ha entrado en mi pecho con un palo en la mano  ¿Hablar luego de Sócrates al médico? Un cojo pasa dando el brazo a un niño ¿Voy, después, a leer a André Bretón? Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre ¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?  Otro busca en el fango huesos, cáscaras ¿Cómo escribir, después del infinito? Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza ¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora? Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente  ¿Hablar, después, de cuarta dimensión? Un banquero falsea su balance ¿Con qué cara llorar en el teatro? Un paria duerme con el pie a la espalda ¿Hablar, después, a nadie de Picasso? Alguien va en un entierro sollozando ¿Cómo luego ingresar a la Academia? Alguien li...

Après moi, le déluge. Lluïsa Cunillé (2007)

Lluïsa Cunillé ha obtenido el Premio Nacional de Literatura Dramática. Escribió esta obra por encargo del Teatro Lliure, que le propuso una pieza teatral relativa al informe de 2004 de la FAO acerca de los últimos índices de mortalidad infantil en el planeta. Esta obra ganó el Premi Lletra d'Or en 2008 (primera vez que este premio recaía en un texto teatral). Après moi, le déluge se estrenó en 2007 bajo la dirección de Carlota Subirós, quien declaró que esta obra "indaga en muchos de los espacios de la mala conciencia que tenemos como europeos". Para ella, la pieza es "un viaje a las tinieblas del corazón de cada uno" y señala cómo trata un tema por el que solemos pasar de puntillas haciendo que el espectador se plantee qué tipo de compromiso tiene con la situación de pobreza y hambre que padecen los países del tercer mundo. Es por esto por lo que el personaje escogido por Cunillé como interlocutor del anciano congoleño se trata de un hombre de negocios eur...