Ir al contenido principal

A vueltas con los clásicos, Carmen Resino (2008)


Carmen Resino ha sido presidenta y fundadora de la Asociación de Dramaturgas Españolas.
Esta obra es una pieza inédita y no estrenada hasta el momento que trata el caso de un incesto tolerado por su entorno familiar, utilizando algunos mitos clásicos, como el de Edipo* o Electra**. Es una tragedia contemporánea que toma conciencia de que las pretensiones de grande son imitaciones anacrónicas de la épica del pasado.
La madre tolera el maltrato infantil ejercido sobre su propia hija por parte de su padre para no perder su comodidad.
Trata, además, el tema de las necesidades afectivas de las personas mayores y la Ley de Muerte Digna. El abuelo recrimina a sus hijas que ignoren su voluntad pero Resino rompe una lanza a favor de las personas que se dedican a cuidar a los demás, pues una de las hijas es víctima de una educación que la relega al cuidado de las personas dependientes, un trabajo invisible, minusvalorado y no remunerado. El anciano se muestra crítico con que su hija no abandonara los estudios (como las que sí lo hacían por imperativo marital) y se dedicara a las acciones "propias de su sexo". El modelo de familia que defiende es aquel que recluye en el hogar a las mujeres, con el paternalismo y el sexismo de fondo.
La reproducción de conductas es el peso de A vueltas con los clásicos.

* Edipo mató a su padre sin saber su identidad y se casó con su madre, quien se suicidó al descubrir la verdad. Él se sacó los ojos por remordimiento.  
** Electra (contrapartida de Edipo) estaba enamorada de su progenitor. La fijación afectiva o enamoramiento hacia el padre genera una situación de rivalidad con la madre.
La leyenda cuenta que fue la propia madre de Electra, o el amante de esta, quien mató a Agamenón después de que este volviese de la Guerra de Troya. Electra decidió entonces que su madre y el amante debía morir, y animó a su hermano Orestes para que vengase al padre de ambos llevando a cabo los asesinatos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cinco horas con Mario: comentario de texto

Querer no sé lo que querrán, lo que sí te puedo decir es que deberían tener más respeto y un poquito más de consideración, que hasta el mismo Mario tú lo estás viendo, y de sobras sé que es muy joven, pero una vez que se tuerce, ¿puedes decirme quién le endereza? Los malos ejemplos, cariño, que no me canso de repetírtelo, y no es que vaya a decir ahora que Mario sea un caso perdido, ni mucho menos, que a su manera es cariñoso, pero no me digas cómo se pone cada vez que habla, si se le salen los ojos de las órbitas, con las "patrioterías" y los "fariseísmos", que el día que le oí defender el Estado laico casi me desmayo, Mario, palabra, que hasta ahí podíamos llegar. Desde luego, la Universidad no les prueba a estos chicos, desengáñate, les meten muchas ideas raras allí, por mucho que digáis, que mamá, que en paz descanse, ponía el dedo en la llaga, "la instrucción, en el Colegio; la educación, en casa", que a mamá, no es porque yo lo diga, no se le iba una...

Un hombre pasa con un pan al hombro, César Vallejo

" Un hombre pasa con un pan al hombro ¿Voy a escribir, después, sobre mi doble? Otro se sienta, ráscase, extrae un piojo de su axila, mátalo ¿Con qué valor hablar del psicoanálisis? Otro ha entrado en mi pecho con un palo en la mano  ¿Hablar luego de Sócrates al médico? Un cojo pasa dando el brazo a un niño ¿Voy, después, a leer a André Bretón? Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre ¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?  Otro busca en el fango huesos, cáscaras ¿Cómo escribir, después del infinito? Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza ¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora? Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente  ¿Hablar, después, de cuarta dimensión? Un banquero falsea su balance ¿Con qué cara llorar en el teatro? Un paria duerme con el pie a la espalda ¿Hablar, después, a nadie de Picasso? Alguien va en un entierro sollozando ¿Cómo luego ingresar a la Academia? Alguien li...

Après moi, le déluge. Lluïsa Cunillé (2007)

Lluïsa Cunillé ha obtenido el Premio Nacional de Literatura Dramática. Escribió esta obra por encargo del Teatro Lliure, que le propuso una pieza teatral relativa al informe de 2004 de la FAO acerca de los últimos índices de mortalidad infantil en el planeta. Esta obra ganó el Premi Lletra d'Or en 2008 (primera vez que este premio recaía en un texto teatral). Après moi, le déluge se estrenó en 2007 bajo la dirección de Carlota Subirós, quien declaró que esta obra "indaga en muchos de los espacios de la mala conciencia que tenemos como europeos". Para ella, la pieza es "un viaje a las tinieblas del corazón de cada uno" y señala cómo trata un tema por el que solemos pasar de puntillas haciendo que el espectador se plantee qué tipo de compromiso tiene con la situación de pobreza y hambre que padecen los países del tercer mundo. Es por esto por lo que el personaje escogido por Cunillé como interlocutor del anciano congoleño se trata de un hombre de negocios eur...