La música electrónica es aquella que utiliza solamente sonidos producidos electrónicamente. El propio sonido del que se parte es producido por sintetizadores o aparatos electrónicos y se llama tono sinusoidal. Éste es el sonido puro, sin armónicos. El primer concierto tendría lugar en Darmstadt en 1951 y en él intervinieron el doctor Herbert Eimer y Meyer-Eppler. Stockhausen pronto vio las limitaciones del método, especialmente por lo tedioso del trabajo con los medios de la época. Para su Estudio II utilizó únicamente combinaciones de sonidos sinusoidales puros con una ordenación de frecuencias distinta de nuestra escala temperada. Hay sin duda cierta riqueza sonora y demuestra lo prometedor que es el medio, pero su idea de sintetizar cualquier sonido no se cumple en absoluto y todos sus timbres suenan "electrónicos" y menos variados y ricos que por ejemplo los de una orquesta. De hecho, hasta que no se utilizó el ordenador para analizar el sonido no se pudo comprobar que
Casi toda la música electrónica pionera no se producía en tiempo real, sino que se grababa en cinta. Esto planteó una nueva relación entre el compositor y el oyente. En primer lugar, el concierto de obras grabadas no tenía demasiado sentido ya que se suprimía tanto el contacto entre intérprete y auditor como la propia función del intérprete que añade una cantidad infinita de matices a la simple partitura. La interpretación la realizaba el compositor y se quedaba congelada en la cinta para siempre. Por esta razón, y quizás por lo limitado de los primeros timbres, los compositores se dieron cuenta que la música electrónica rigurosa se agotaba más rápidamente que la instrumental. Una solución intermedia para recuperar al intérprete era utilizar simultáneamente los instrumentos y la cinta. Varése fue el primero en hacerlo en Déserts , cuyo estreno fue un escándalo sonado. En ella alterna los sonidos familiares orquestales con los grabados pero nunca se oyen simultáneamente. También Sto